Terapia manual en la que el fisioterapeuta usa las manos con varios propósitos: durante el análisis de los movimientos –para evaluar rangos articulares, tono y fuerza muscular-, para examinar tejidos lesionados e inflamados o para detectar contracturas musculares y puntos “trigger” de dolor miofascial. También se usa el contacto manual para estimular la sensibilidad cutánea y propioceptiva en rehabilitación neuromuscular, para el majase, para las manipulaciones y movilizaciones articulares, y para posicionamientos articulares y estiramientos pasivos.